sábado, 21 de junio de 2014

ESPAÑOLICUS BOBISTÓFELES

Después de investigar durante muchos años el mundo de la violencia, la envídia, corrupción, inquina...que asola a la nación o plurinación española desde hace más de cinco siglos, por fin he hallado un gran descubrimiento que hace que se tambaleen todos mis cimientos de pensamiento crítico, que tenía acerca del comportamiento y emoción del españolito (llámese catalán, vasco, gallego, independentista, facha, progre, conservador, bolivariano, anárquico...) normal que pulula por nuestras calles.
Resulta que la gente españolita, no lleva un gen dentro, como yo he llegado a pensar, que hace que cada cierto tiempo modifiquen su comportamiento y comiencen a: matarse entre ellos dividiéndose en dos bandos, o se maten entre amigos, hermanos...expulsen y maten a judíos, moros, gitanos, vascos, catalanes..., se peleen contra otras naciones...sino que todo este comportamiento, surge a consecuencia de la picadura de un mosquito endémico de este país; el ESPAÑOLICUS BOBISTÓFELES.
Cada cierto tiempo, cuando el ambiente se encuentra más caldeado y el caldo de cultivo que se ha formado en el país con: la corrupción, el paro, egocentrismo, nacionalismos, desgobiernos, incultura...huele suficientemente a mierda, el bobistófeles comienza a reproducirse de manera epidémica, ya que en este ambiente es donde mejor se desenbuelve.
Los primeros síntomas que aparecen son:
  1. Aumento exponencial de la envidia, emoción esta ya de por sí alta en la mayoría de los humanos, pero que tras la picadura del bobistófeles aumenta hasta niveles insospechados, disfrazando sentimientos como el igualitarismo y la solidaridad en meras caricaturas.
  2. Oposición a todo lo que dicte un organo o institución. Opositar por opositar, sin dar más argumentos que la simple pataleta y oposición.
  3. Superpoderes mentales. El infectado cree saber de todo y más que nadie: de política, fútbol, economía, derecho, filosofía, ética, psicología, religión...Esta creencia aumenta hasta niveles paroxistas cuando en realidad el afectado, la mayor parte de las veces no tiene ni pajolera idea de ninguna de las cosas que dice.
Una vez que el portador se ha comportado como un mero insustancial suficientemente y el periodo de incubación de la enfermedad ya ha sobrepasado los cuatro años, se dan los siguientes síntomas:
  1. Exaltación y perdida de la alegría. El afectado expresa sus ideas, no desde la moderación y la comprensión y discusión con los demás, sino desde la exaltación, la verborrea, el mal gusto, la violencia...
  2. Falta de emociones. El infectado pierde los sentimientos por los demás, sólo conserva su egoísmo y envidia.
  3. Perdida de valores, figuras representativas, Totems, nihilismo exacerbado...Su lema es: ni dios, ni patria, ni ilusión.
  4. Rabia e impotencia que conduce a la violencia y la destrucción del otro, ya sea físico o material.
  5. Paroxismo y revolución. El sujeto espera la llegada de un salvador, y se conjura con él para conseguir un estado anárquico en el que impere la violencia y la igualdad de individuos.
  6. Muerte y aniquilación.
Por desgracia aún no se ha encontrado un antídoto contra la picadura de este insecto. Durante algunos años se pensaba que se había conseguido la aniquilación a lo largo de toda la península, exceptuando algún raro caso de individuo afectado por la picadura de una culebra enroscada a un patético hacha. Durante la época de la transición e inicios de la democracia, el españolito normal, parecía haberse amigado con el diferente, reinaba la cordialidad, y un comunista podía hablar y discutir tranquilamente sin llegar a la violencia con un fascista cada uno desde su posisicón.
La extinción del bobistófeles, que era solo un parecer, era un simple aletargamiento, y como suele suceder, siempre que se le ataca después de una gran guerra, se escondió en su cueva del averno esperando que llegaran mejores tiempos.  Y esos tiempos han llegado, la mierda y la corrupción ya han creado el caldo de cultivo necesario para que el mosquito salga de su escondrijo y comience a reproducirse de manera rápida y precisa. Aún con más virulencia si cabe. Ahora vemos infectados por su picadura en: televisiones, politicos, salvadores, religiosos, policías, tenderos...
Así, el españolito de a pie, repite su maldita historia. Desde los asesinos Reyes Católicos pasando por los horrores de las guerras vividas (Batalla de Lepanto, Guerra de Sucesión, Guerras Carlistas...) a la expulsión de todo aquél que no pensara o no fuere como ellos, o al exterminio de un bando contra otro bando.
Además, hoy en día parece ser que la españa que todos conocemos, está dividida en tres bandos: los progres o revolucionarios y guays, los fachas o conservadores y Bahsss, y los que son superiores. Estos últimos, los superiores han surgido en los últimos meses y son los más afectados por la picadura del bobistófeles. Al parecer, la reacción que provoca su picadura es más mortal y dañina que la que provoca en otros seres. Ellos se consideran superiores (denominan a los demás como lúmpenes)
Un simple insecto, de tamaño inferior a los dos centimetros, el Españolicus bobistófeles, ha vuelto por desgracia a infectar a una gran parte de la sociedad, y su epidemia está corriendo como la peste. Agarrémonos de donde podamos o sepamos, o mejor aún, escapemos de este paisito aún que podemos, porque el asalto final del bobistófeles está próximo a llegar.

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