He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para
que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. 21 Pórtate bien en su presencia
y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones,
pues en él está mi Nombre. 22 Si
escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán
mis enemigos y tus adversarios mis adversarios.
23 Mi ángel caminará delante de ti y te introducirá en el
país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de
los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré. 24 No te mostrarás ante sus dioses, ni les darás
culto, ni imitarás su conducta; al contrario, los destruirás por completo y
romperás sus estelas. 25 Vosotros
daréis culto a Yahveh, vuestro Dios, yo bendeciré tu pan y tu agua. Y apartaré
de ti las enfermedades. 26 No
habrá en tu tierra mujer que aborte ni que sea estéril; y colmaré el número de
tus días.
27 «Sembraré delante de ti mi terror; llenaré de turbación a
todos los pueblos donde llegues; y haré que todos tus enemigos huyan ante ti. 28 Enviaré avispas delante de
ti que ahuyentarán de tu presencia al jivita, al cananeo y al hitita. 29 No les expulsaré de tu
presencia en un solo año, no sea que al quedar desierta la tierra se
multipliquen contra ti las fieras del campo. 30 Les expulsaré de tu vista poco a poco, hasta que
tú te multipliques y te apoderes de la tierra. 31 Y fijaré tus confines desde el mar de Suf hasta
el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Río, pues entregaré en
tus manos a los habitantes del país para que los arrojes de tu presencia.
32 No
hagas pacto con ellos ni con sus dioses. 33 No
habitarán en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra mí, pues dando culto a
sus dioses caerías en un lazo.»
Suprimiréis todos los lugares donde los pueblos que vais
a desalojar han dado culto a sus dioses, en lo alto de los montes, en las
colinas, y bajo todo árbol frondoso; 3 demoleréis
su altares, romperéis sus estelas, quemaréis sus cipos, derribaréis las
esculturas de sus dioses y suprimiréis su nombre de este lugar.
4 No procederéis así respecto de Yahveh vuestro Dios, 5 sino que sólo vendréis a
buscarle al lugar elegido por Yahveh vuestro Dios, de entre todas las tribus,
para poner en él la morada de su nombre. 6 Allí
llevaréis vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y las
ofrendas reservadas
de vuestras manos, vuestras ofrendas votivas y vuestras ofrendas
voluntarias, los primogénitos de vuestro ganado mayor y menor, 7 allí comeréis en presencia de Yahveh vuestro Dios
y os regocijaréis, vosotros y vuestras casas, de todas las empresas en que
Yahveh tu Dios te haya bendecido.
Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra
ella, le propondrás la paz. 11 Si
ella te responde con la paz y te abre sus puertas, todo el pueblo que se
encuentre en ella te deberá tributo y te servirá. 12 Pero si no hace la paz contigo y te declara la
guerra, la sitiarás. 13 Yahveh
tu Dios la entregará en tus manos, y pasarás a filo de espada a todos sus
varones; 14 las mujeres, los
niños, el ganado, todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, lo
tomarás como botín. Comerás los despojos de los enemigos que Yahveh tu Dios te
haya entregado.
15 Así
has de tratar a las ciudades muy alejadas de ti, que no forman parte de estas
naciones. 16 En cuanto a las
ciudades de estos pueblos que Yahveh tu Dios te da en herencia, no dejarás nada
con vida, 17 sino que las
consagrarás al anatema: a hititas, amorreos, cananeos, perizitas, jivitas, y
jebuseos, como te ha mandado Yahveh tu Dios, 18 para que no os enseñen a imitar todas esas
abominaciones que ellos hacían en honor de sus dioses: ¡pecaríais contra Yahveh
vuestro Dios!