En cuanto al Entetanimiento
La necesidad que tiene el capital de encontrar siempre nuevas
áreas de valorización no perdona, desde luego, a la cultura, y es evidente que
dentro de la cultura, en sentido amplio, la “industria del entretenimiento”
constituye su objeto de inversión principal. Por ejemplo, en los años setenta,
el grupo de pop sueco Abba era el primer exportador del país, por delante de la
empresa militar Saab; los Beatles fueron nombrados caballeros de la Reina en
1965, debido a su enorme contribución a la economía inglesa. Además, la
industria del entretenimiento, de la televisión a la música rock, del turismo a
la prensa amarilla, juega un papel importante de pacificación social y de
creación de consenso, resumido de manera óptima en el concepto de
“tittytainment” (entetanimiento, en español).
El
entetanimiento (tittytainment), como herramienta de control de la población,
fue propuesto con toda seriedad en 1995 por el ideólogo neoliberal y asesor de
la Casa Blanca, Zbigniev Brzezinski en San Francisco en el “State of the World
Forum”, en el cual participaron alrededor de 500 de los personajes más
poderosos del mundo (entre otros Gorbachov, Bush (padre), Thatcher, Bill
Gates…) ante el
advenimiento de la denominada "sociedad 20:80" -concepto ya familiar
entre las élites económicas y demás gurús del neoliberalismo-, en la que el
trabajo del 20% de la población mundial será suficiente para sostener la
totalidad del aparato económico del planeta.
Naturalmente,
en un mundo como el actual, dominado absolutamente por consideraciones económicas
-pues la globalización basada en el neoliberalismo desregulador no es otra cosa
más que el dinero- y en el que lo que no puede incorporarse como valor al
mercado se considera obsoleto, ese 80% de la población se convertirá en una
molestia inútil cuyas reacciones y protestas deberán ser controlada de alguna
forma. Es aquí donde entra en juego el entetanimiento como forma de propaganda
y método de control.
El entetanimiento,
"[...] una mezcla de
entretenimiento mediocre y vulgar, bazofia intelectual, propaganda y elementos
psicológica y físicamente nutritivos que satisfarían al ser humano, lo
mantendrían convenientemente sedado, perpetuamente ansioso, sumiso y servil
ante los dictados de la minoría que decidiría su destino"[1], es
la nueva forma de propaganda para acallar las previsibles protestas y suprimir
los derechos de ese superfluo 80% restante.
El “tittytainment”se propuso en la conferencia como solución a las
poblaciones superfluas y potencialmente peligrosas a las que se les destinaría
una mezcla de sustento suficiente y de entretenimiento, de entertainment embrutecedor,
para obtener un estado de feliz letargo similar a aquél del neonato que ha
bebido del seno (tits, en la jerga americana) de la madre. En
palabras de Gabriel Sala:
El papel central
que tradicionalmente desempeña la represión para evitar los levantamientos sociales viene hoy en día
ampliamente acompañado de la infantilización. La relación
entre la economía y la cultura no se limita, por tanto, a la
instrumentalización de la cultura, al fastidio de ver en toda manifestación
artística el logo de los patrocinadores que, dicho sea de paso, financiaban la
cultura también hace cuarenta años, pero a través de los impuestos que pagaban
y, por tanto, sin poder así adjudicarse el crédito y, sobre todo, sin poder
influir en las elecciones artísticas. Sin embargo, la relación entre la fase
actual del capitalismo y la fase actual de la “producción cultural” va aún más
lejos. Hay una idiosincrasia profunda que
conecta a la industria del entretenimiento con el impulso del capitalismo hacia
la infantilización y hacia el narcisismo. La economía material
está estrechamente unida a las nuevas formas de la “economía psíquica y
libidinal”.
"No parece que sea una aspiración descabellada el
desear un mundo mejor para nuestros hijos, una sociedad en la que la gente
pueda vivir serenamente y en paz, libre de ansiedades artificiales y en la que
la vida dominada por la angustia y la inseguridad, el aislamiento, el miedo a
los demás y el ansia de dinero sea tan solo un recuerdo de los tiempos
estúpidos en los que los seres humanos permitieron que el entetanimiento
dirigiera sus vidas."[2]
No hay comentarios:
Publicar un comentario