miércoles, 8 de febrero de 2012

LA 3ª GUERRA MUNDIAL (Javier Niemand)

¿Cómo serán nuestras vidas después de un hundimiento de los bancos y las finanzas públicas a gran escala? Argentina pasó por ello en 2002. Al precio de un empobrecimiento masivo, la economía de este país pudo a continuación remontar un poco la cuesta: pero en este caso se trataba de un único país. Actualmente todas las finanzas europeas (excepto una) y norteamericanas corren el riesgo de caer a la vez, sin salvador posible.


¿En qué momento el crack de la bolsa dejará de ser una noticia de la que nos enteramos por los media, sino de un acontecimiento que percibiremos saliendo a la calle? Respuesta: cuando el dinero pierda su función habitual, ¡que lo hará!


Si rascamos debajo de todo tipo de violencia que se produce en la sociedad, ya sean a nivel global: guerras, corrupción, ansia de poder, avaricia, dictaduras... como a nivel particular: maltratos, robos, delincuencia, envidia, herencias, afán de notoriedad... nos encontraremos en último termino de las capas que hemos rascado con el dinero. En ocasiones como "simple" poder, en ocasiones de manera material. Esto nos lleva, evidentemente, a determinar que el dinero es, sin duda la principal, y en la gran mayoría de las ocasiones la única, causa principal de generador de violencia en la sociedad en general y en los individuos en particular.


Y ¿qué hay detrás de toda esta gran crisis que asola al sistema capitalista occidental? El dinero... nos encontramos sumidos en una profunda guerra mundial llevada a cabo en esta ocasión no únicamente con armamento militar, sino llevada a cabo principalmente por la economía, esto es, el dinero.


Y nuevamente, como en las anteriores dos guerras mundiales, hay un país que está ganando esta guerra: Alemania. Nuevamente, Alemania está siendo la dominadora de los frentes de guerra económicos, pero esta vez ganan de una manera más letal que en las anteriores guerras. Porque en los anteriores enfrentamientos, el mundo sabía que enemigo había que combatir, esto es, Alemania; pero en esta ocasión, el enemigo ha sabido disfrazarse con la adecuada piel de cordero y se hace pasar por uno más dentro del gran rebaño. Pero Alemania está dominando el gran mercado mundial de la guerra. Y también nuevamente, Francia está siendo uno de los países que en el futuro se verá más perjudicado por el afán alemán. Aprendieron mucho de Adolf Hitler y ahora no caerán en los mismos errores. Todos los países se están endeudando bajo el amparo de un lobo (wolf) con piel de cordero. Y nuevamente otro país oriental, en esta ocasión China, también está sacando su tajada particular de ésta Guerra Mundial.

Los mercados están saturados de basura económica, no hay dinero (porque no tiene valor), sólo especuladores pelean por él. Pero el dinero no es “real” más que en el grado en que es la expresión de un trabajo verdaderamente ejecutado y del valor con que este trabajo se representa. El resto del dinero no es más que una ficción que se basa solamente en la mutua confianza de los actores ―confianza que puede evaporarse, como se ve ahora mismo. Asistimos a un fenómeno no previsto por la ciencia económica: no a la crisis de una moneda y de la economía que ella representa, en favor de otra más fuerte. El euro, el dólar y el yen están todos en crisis, y los raros países todavía calificados AAA por las agencias de calificación no podrán ellos solos salvar la economía mundial. Ninguna de las recetas económicas propuestas funciona, en ninguna parte. El mercado libre funciona tan poco como el Estado, la austeridad tan poco como el relanzamiento, el keynesianismo tan poco como el monetarismo. El problema se sitúa a un nivel más profundo. Asistimos a una desvalorización del dinero en cuanto tal, a la pérdida de su rol, a su obsolescencia. Estamos sumidos, y lo más peligroso sin que la mayoría de las personas lo sepan, en la TERCERA GUERRA MUNDIAL, esta si cabe, será más letal que las anteriores, porque durará más tiempo y matará más gente de manera más sigilosa y democrática.

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